Las chances de Boca frente al Bayern Múnich y sus recuerdos de Beckenbauer: mano a mano con el “Tren” Valencia

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El tren Valencia tuvo un buen paso por el Bayern Múnich a mitad de los 90

“Boca tiene chances de ganarle al Bayern, porque son dos clubes grandes”. La sentencia no salió de cualquier lado. Llegó desde Colombia. Adolfo José Valencia, El Tren, histórico delantero de la selección cafetera y campeón con el Bayern Múnich en la temporada 1993/94, le pone fichas al equipo de Miguel Ángel Russo, que enfrentará al conjunto bávaro por la segunda fecha del Grupo C del Mundial de Clubes. Pero dejó en claro el colombiano, de 57 años, que para que eso suceda, los argentinos “no se podrán relajar y deberán jugar los 90 minutos concentrados, sin cometer errores”.

El Tren Valencia fue uno de los jugadores más talentosos de la generación dorada del fútbol colombiano junto a René Higuita, Carlos Valderrama y Faustino Asprilla, entre otros. Su muy buen paso por la selección colombiana, entre 1993 y 1998, lo llevó a uno de los grandes de Europa. Nada menos que Franz Beckenbauer lo observó disputar un amistoso en Martinica, donde marcó tres goles en la victoria de Colombia sobre Francia por 3-1. “Franz me dijo que el Bayern para traerme hizo un esfuerzo bastante grande. Me hizo un seguimiento desde cuando jugaba en mi selección. En ese amistoso, marqué tres goles y en el Bayern quedaron encantados conmigo”, revela el oriundo de Buenaventura, quién se coronó campeón en la Bundesliga 93/94.

Su debut en Múnich se dio el 7 de agosto de 1993, en una victoria por 3-1 sobre el Friburgo, donde anotó dos goles. Valencia cerró la temporada con 11 tantos en 26 partidos y fue el máximo goleador del equipo junto a Mehmet Scholl. En los dos años que estuvo en Baviera, disputó 34 cotejos y marcó 13 goles. Compartió equipo con el astro alemán Lothar Matthaus y con Jorghino, mediocampista brasilero. Además, se convirtió en el primer colombiano en ser campeón en Europa. Una vez que finalizó su ciclo en la Bundesliga, el ex atacante tomó rumbo hacia España, donde vistió los colores del Atlético de Madrid.

El Tren Valencia en un partido de la Selección Colombia

Mas allá de su paso por los grandes de Europa, El Tren Valencia tuvo la posibilidad de jugar en Boca, pero la propuesta económica fue insuficiente. “Tres clubes preguntaron por mí, pero las cifras que me ofrecían no eran acordes a lo que pretendía. Settimio Aloissio (representante) me dijo que debían poner más dinero. Por eso no pude jugar allá (Boca). Me hubiera gustado jugar en Boca”, remarca desde el Valle del Cauca, donde reside junto a su familia.

– ¿Qué es de su vida, Adolfo?

– Estoy trabajando con procesos de formación de chicos, buscándole oportunidad para llegar a los clubes. Así como algún día me la brindaron, la idea también es brindársela a ellos, que puedan cumplir sus sueños de ser jugadores profesionales. No es fácil, porque todo lleva su proceso, pero ahí vamos, buscándole muchas posibilidades en diferentes clubes. Soy un buscador de talento. Ahorita estoy trabajando con gente de Francia, con una señora que es abogada. Ella es la que se encarga de la logística, los documentos, todo eso. Para que no haya ningún problema, la doña Carmen se encarga de todo. También, estoy con gente de España. Tenemos muchas opciones con Rayo Vallecano, con Getafe y con el Atlético de Madrid.

– ¿Cómo observa al Atlético de Madrid en el Mundial de Clubes?

– Lo veo bien. El Cholo Simeone es una persona que tiene mucha experiencia. Está muy bien rodeado, de compañeros que trabajan con él. Lo felicito, porque tiene un equipo muy bien parado, donde cada día el Atlético compite, muestra buenos rendimientos. Los hinchas están muy contentos por el buen trabajo que está desarrollando Simeone en España.

– Se viene el choque entre Boca Juniors y el Bayern Múnich. ¿Qué análisis hace en la previa?

– El Bayern es un rival fuerte, pero siempre Boca tiene jerarquía. Nosotros vimos a un Boca que mostró muchas capacidades. Donde iba, se mostró como un club grande, y tuvo un jugador como Riquelme muy experimentado, que le dio mucho a esa institución. Entonces, el objetivo es jugar bien, jugar un partido en el cual sabe qué rival tiene enfrente. A los jugadores grandes, les gusta disputar estos partidos. Entonces, Boca siempre ha hecho un buen juego y esperemos que gane el que mejor haga las cosas.

Con la camiseta de Atlético Madrid enfrentando al Barcelona (Archivo, Club Atlético de Madrid).

– Jugó en el Bayern Múnich. ¿Le hubiera gustado jugar en Boca?

– Claro, ¿qué jugador no desearía jugar en Boca? Eso es lo que me gustaba como jugador, ir a clubes grandes con mucha jerarquía y de buen fútbol. Tres clubes preguntaron por mí, pero las cifras que me ofrecían no eran acordes a lo que pretendía. Settimio Aloissio (representante) me dijo que debían poner más dinero. Por eso no pude jugar allá (Boca). Me hubiera gustado jugar en Boca. Yo era un jugador potente, rápido y habilidoso. Tenía las características para jugar en la liga argentina.

– ¿Carlos Bianchi alguna vez lo llamó para que sea refuerzo de Boca?

– Sí. Una vez, Bianchi vino a Pereira (Colombia) a presenciar un partido de la selección de Colombia y estuvo como invitado para que dirija a uno de los equipos. Lo invitaron Jorge Bermúdez y el Chicho Serna. Cuando estábamos jugando junto a Rubén Darío Hernández, hicimos varios goles, y Bianchi dijo “me hubiera gustado tener el Tren Valencia en Boca cuando estaba en su máxima plenitud”. Yo en ese tiempo tenía 32 años, y estaba terminando mi carrera. Él me vio jugar y agregó “este es muy buen jugador, por el encare, por la fuerza que tiene. Esa potencia que lo caracteriza, esa inteligencia para jugar “. Luego, me encaró y me dijo “si tendrías 25 años en este momento, te llevaría a Boca”.

– ¿Hubiese sido una chance perfecta para ir a jugar a Boca?

– Sí, claro, hubiera aceptado. Hoy en día, veo a los muchachos que a veces tienen las condiciones y no las aprovechan. No sé qué pasa. De pronto, no están conectados con el fútbol, porque ser profesional en el fútbol no es fácil, lleva trabajo día a día. Entonces, uno como buscador de talentos mira en que están fallando y que necesitan de pronto para mejorar un poquito lo físico. Además, que necesitan mejorar un poquito la parte de como ingresar a la cancha, conocer el juego, el sistema y el planteamiento; esas son cosas que no son fáciles de aprender. El jugador hoy en día casi no ve fútbol. Y cuando no ve fútbol, pues es difícil aprender. El fútbol hay que verlo.

–¿Cómo fue su llegada al Bayern Múnich?

–La negociación la llevó a cabo Aloisio después de que hice tres goles con la selección colombiana en un amistoso ante Francia en Martinica. A los dos días regresé a Colombia y le avisé a los dirigentes de Independiente de Santa Fe que me interesaba la oferta. Ahí comenzamos a hablar de mi regreso a Alemania y al poco tiempo estaba entrenando con ellos. Del Bayern Múnich tengo los mejores recuerdos. Pasé grandes momentos, en un club con buenos directivos, todos eran grandes personas.

El Tren Valencia fue parte de una generación dorada del fútbol colombiano

– ¿Cuál es su primer recuerdo de su paso por el Bayern?

– Cuando estuve ahí, con Frank Beckenbauer que fue mi técnico, al que admiré toda mi carrera, con el que más aprendí y una persona que siempre me guio, fue en el mejor momento de mi carrera. Frank fue uno de los mejores entrenadores que tuve, porque siempre me dio confianza, me dejó jugar ese fútbol agradable que a mí me gustaba. Él me decía que el Bayer para traerme hizo un esfuerzo bastante grande. Me hizo un seguimiento desde cuando jugaba en mi selección. La decisión la tomaron cuando se jugó un amistoso en Martinica contra la selección de Francia. En ese amistoso, marqué tres goles y en el Bayer quedaron encantados conmigo. En Francia jugaba Thierry Henry, Lilian Thuram. Y ahí es que el Bayern logra comprarme.

– ¿Exige mucho ser jugador del Bayern Múnich? ¿Mete mucha presión jugar en ese equipo?

– No. Para mí no existe la presión, porque si uno quiere ser grande y Dios te brinda la oportunidad de ir a un equipo grande, pues ahí es donde uno tiene que mostrar que por algo te ficharon. Uno tiene que ser profesional y jugar un fútbol con carácter y confianza. La confianza es lo que hace que tú seas mediocre o grande. Entonces, el jugador tiene que mentalizarse de qué cuando aparecen esas oportunidades tienes que prepararte más para obtener un buen rendimiento, y así no tener críticas. Yo era de esos jugadores que cuando veía que futbolísticamente no estaba rindiendo al cien por ciento, me mataba en los entrenamientos y me preparaba para llegar a un buen nivel al fin de semana, para que todo el mundo hablara muy bien de mí.

– ¿Cómo se trabaja en el Bayern para transformarse en un equipo tan poderoso como lo es en Europa?

– En el Bayern Múnich uno tiene que ser atleta todos los días. Siempre íbamos a Francia o a Holanda a hacer una temporada muy fuerte, donde se trabajaba fuerte. Se corrían mil metros, dos mil, cinco mil y sin usar los teléfonos. Es un club muy disciplinado, porque ahorita la tecnología es la que está matando a los jugadores y al futbol. Entonces, en ese tiempo como no había esa gama de teléfonos, era muy fácil manejar esa situación. Pero el jugador hoy en día tiene que comprometerse un poco más, si quiere que su carrera sea un éxito, porque a algunos a veces se les habla y se les llama la atención, ya que de pronto lo toman como un desprecio jugar al fútbol.

– Le terminó yendo muy bien en el Bayern, ya que fue campeón en la temporada 93-94. Quedó en la historia del club como uno de los sudamericanos más importantes que pasaron por la institución de Baviera…

– A mí cuando me recibe Frank Beckenbauer, me rodeo muy bien de Lothar Matthäus y Mehmet Scholl. Además, teníamos también a Jorginho, el mediocampista brasilero, a Christian Ziege, lateral izquierdo de la selección alemana. Yo estuve muy rodeado, con entre 12 y 15 jugadores que eran de un alto rendimiento. Entonces, el fútbol para mí siempre fue más fácil. ¿Por qué? Porque si tu compañero es muy bueno, es mucho es fácil jugar, porque esos compañeros lo ayudan a uno. Frank nos decía que el fútbol es una cosa que uno lo que debe tomar con responsabilidad, pero al mismo tiempo debe divertirse al jugarlo. Entonces, si uno lo toma así, de esa manera, pues va a ser un poco más fácil.

Para Valencia, Boca tiene chances de ganarle al Bayern Múnich

– ¿Lo ve a Boca con chances de vencer a este Bayern Múnich?

Sí, Boca tiene la chance de ganarle al Bayer porque son dos clubes grandes. Los de Boca saben que con el Bayern tras vencer por 10-0 al Auckland City no se podrán relajar y deberán jugar los 90 minutos concentrados, sin cometer errores. Es un partido también para mostrarse. Es una vitrina porque de pronto están los directivos mirando qué jugador de pronto le sirve para contratar. Entonces, es una vitrina grandísima que tienen los jugadores grandes para que se puedan mostrar y ser vendidos.

– ¿Le costó mucho adaptarse a la Bundesliga?

– No, no tuve problema. En primer lugar, la adaptación depende de uno cuando aparece esa oportunidad. Yo esa oportunidad la esperaba. Cuando me la dieron, traté de sacarle el mejor provecho. Yo no fui a Alemania a relajarme, no fui a rumbear ni a escuchar música. Yo a Alemania fui a entrenar y estar en mi casa. Entonces, siempre fui un jugador que en ese sentido no tuve problema, porque yo no fui de esos jugadores callejeros. No voy a decir que fui un santo tampoco (risas). Cuando tenía que salir a divertirme, sabía que era lo que tenía que hacer, pero a mí la calle casi no me ha gustado mucho.

-¿Y en Múnich era bastante difícil salir a divertirse?

– Sí. Primero por el idioma, ya que no tenía a veces con quién hablar. A veces, venían a mi casa varios compañeros con los que podía hablar en español, Lothar, por ejemplo. Entonces, no tenía mucha gente a mi alrededor que me llevara a la rumba. Pero un día me metí en una disco. Jugamos un partido y empatamos. Entonces, cuando llego a mi casa, mi señora me dice “¡Adolf, ya debes estar aquí relajado, porque no te vas a dar una vuelta!”. Entonces, yo salí con mi camioneta, con mi hermano y nos fuimos a una disco que estaban varios compañeros bailando reggaetón. Me ve Lothar y me dice “¡Adolf, ¿qué haces por acá?”.

– ¿Qué le respondiste?

– “Vine a darme una vuelta por acá para ver a quién miraba”. Estaban todos disfrutando, pero saben cómo hacerlo. Estaban tomando champagne ahí, riendo y bebiendo. Estuvieron como hasta las 2 o 3 de la mañana rumbeando en el centro de Múnich y se fueron. La pasamos bien, tomando champañita. El jugador europeo no es de esos jugadores que le gusta mucho el alcohol, sino que salen a divertirse un rato, compran sus botellitas y ya, no terminan borrachos. A ellos les gusta su vino tranquilo, el champagne y la pasan bien.

–¿Por qué tuvo que irse del Bayern Múnich?

–No tenía ningún problema. Pero en mi segunda temporada, Franz dejó el cargo de entrenador y contrataron a Giovanni Trapattoni. Yo estaba muy cómodo con Beckenbauer porque me pedía que juegue como lo hacía en Colombia. Trapattoni quiso imponer sus ideas en un equipo que venía de ser campeón. A mí no me gustó porque ya veníamos de ganar el título y creía que era conveniente cambiar todo. Me pareció que no era el momento adecuado. También tuve problemas de impuestos, mi transferencia estuvo mal hecha. Tuve que irme.

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