Hazaña del boxeador argentino Kevin Ramírez: se coronó campeón de los pesados del Grand Prix de la CMB y ganó 100 mil dólares

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El argentino Kevin Ramírez se consagró campeón del peso completo en el primer Grand Premio de Boxeo que organizó el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en una velada para la historia porque lo hizo en una divisional superior a la que compite habitualmente y con un pelea por el cinturón contra un rival que contaba con una notable diferencia física a su favor.

El pugilista de 25 años, que trabaja como barrendero y encontró una inesperada posibilidad de sumarse a comienzo de este año al certamen, se quedó con el Trofeo José Sulaimán y un cheque de 100 mil dólares tras imponerse en las tarjetas al gigante bosnio Ahmed Krnjic.

En Riad, Arabia Saudita, los jueces Alan Krebs y José Manzur lo vieron vencedor en las tarjetas 77-75, mientras que el restante fiscal Ed Person lo puso como triunfador con 78-74 para darle una victoria por decisión unánime.

Kevin Ramírez recibió el trofeo de campeón y el cheque de 100 mil dólares (Captura: DAZN)

Ramírez habitualmente se desempeña en la divisional del peso crucero (90.719 kg / 200 lbs), pero decidió arriesgar de pelear en la categoría superior donde se encontró con rivales que tenían diferencias físicas evidentes. En la pelea definitoria, el argentino registró 91.5kg (201.7lbs), mientras que Krnjic frenó la báscula en 122.2kg (269.3lbs). Además, el bosnio de 1.94m lo superaba por 10 centímetros en altura.

Pero el nacido en Wilde, hermano del ex campeón mundial del peso crucero Víctor Emilio Ramírez, demostró arriba del ring sus capacidades para llevarse una victoria sin dudas en las tarjetas contra el bosnio de 28 años que sufrió la primera derrota de su trayectoria profesional que cuenta con ocho presentaciones.

La diferencia física entre Kevin Ramirez y Ahmed Krnjic durante el pesaje

“Me siento muy bendecido. Esto es un sueño. Quiero agradecerle a mi familia, a mi equipo. Es un orgullo para mí, me siento muy agradecido. Pasé por muchas cosas que nadie sabe. Estuve a punto de colgar los guantes, la estaba pasando mal. Mi hermano que me ayudó”, expresó arriba del ring, exponiendo las complicaciones económicas que lo habían dejado al borde de abandonar la disciplina. “Quiero ser campeón mundial en (peso) crucero. Ese es mi otro sueño”, sentenció, teniendo en cuenta que la categoría de los cruceros es su verdadera divisional.

Este certamen está atravesado por una serie de medidas que buscan darle más atractivo al pugilismo. Por ejemplo, las tarjetas oficiales de los jueces se entregan a ambas esquinas y se anuncian públicamente después del segundo y cuarto asalto, con la idea de permitir que los pugilistas ajusten sus estrategias dependiendo el resultado parcial. Además, se lanza una campanada de advertencia cuando restan 30 segundos para el final de cada round y tampoco puede terminar en empate un combate: se aplica un sistema de desempate para garantizar un ganador. En primera medida se utiliza el Programa de Puntuación Mejorada (ESP) y si la igualdad persiste se determina al vencedor por intermedio de un panel de comisionados del CMB.

Al mismo tiempo, los árbitros tienen la posibilidad de “revisar acciones controvertidas en tiempo real, como derribos, cortes, golpes ilegales o cabezazos cuestionables” para aportar mayor claridad a la velada.

El WBC Boxing Grand Prix comenzó en abril de este año con 128 boxeadores repartidos en cuatro divisiones (peso pluma, peso superligero, peso mediano y peso pesado) con una fase inicial de 64 combates.

El Consejo Mundial de Boxeo explicó meses atrás sobre este certamen: “Además del prestigio, los campeones de las cuatro divisiones del torneo (peso pluma, superligero, mediano y pesado) recibirán premios en metálico superiores a 250.000 dólares, un impulso económico que puede resultar decisivo en sus carreras. Sin embargo, el premio más valioso podría ser la oportunidad de competir por el título de plata en su división. Quienes logren coronarse campeones de plata darán un paso gigantesco hacia su objetivo final: convertirse en Campeones Absolutos Verde y Oro”.

“Muy felices. No tenemos más palabras para decir que felicidad. Era un tema el peso, tal cual. No solamente el peso, era un rival muy fuerte. Los jab que tiraba eran mazazos pero nosotros estábamos bien entrenados y supimos llevar bien la pelea. Este fue el más fuerte que sentí, más fuerte que todos los otros. La clave estaba en entrar y salir. Me sentí confiado para poder trabajarlo. Por momentos no sentía las manos y sentía que podía conectarlo y hacerle sentir las manos. Le tiraba con alma y vida, pero ni lo movía”, dijo en una entrevista posterior al combate con el canal del periodista Luciano Jurnet.

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