Mientras asoma cada vez más firme el desembarco de Franco Colapinto, la escudería Alpine ya muestra cambios importantes: este martes, Oliver Oakes presentó su renuncia como jefe del equipo. Su lugar será ocupado por Flavio Briatore, que era el asesor ejecutivo. El cambio tiene una lectura concreta: Oakes era el directivo que más sostenía la continuidad del piloto Jack Doohan, muy cuestionado luego de un pobrísimo arranque de temporada, sin puntos sumados en las primeras seis fechas. Y Briatore había sido, hace meses, el impulsor de la llegada del piloto argentino desde Williams.
TEAM STATEMENT pic.twitter.com/fb2CFlwcWP
— BWT Alpine Formula One Team (@AlpineF1Team) May 6, 2025
A través de un comunicado, Alpine anunció la salida de Oakes de su función como director principal. “El equipo aceptó su renuncia de manera inmediata”, se destacó en la presentación, al mismo tiempo que se presentó a Briatore como su reemplazo desde este momento.
“El equipo agradece a Oliver por sus esfuerzos desde que se unió en el verano pasado, y por su contribución en ayudar al equipo a alcanzar el sexto lugar en el Mundial de Constructores de la temporada pasada”, añadió.
Con las novedades dispuestas el año pasado, Alpine pretende recuperar el brillo que alguna vez ofreció Renault, la casa matriz de la escudería que tiene sede en Enstone. Los cambios se sucedieron en la alineación de pilotos, en el muro y en las fábricas. Entre esas novedades para el actual calendario de la Fórmula 1 asomó la figura de Franco Colapinto, que llegó como piloto de reserva y de pruebas, al igual que el estonio Paul Aron.
El argentino, con un recorrido en Williams de nueve grandes premios en el Gran Circo en 2024, y el débil rendimiento de Jack Doohan en los seis episodios del curso actual acrecentaron el debate sobre la continuidad del australiano en una de las butacas del modelo A525, o si llegaba el momento de que el pilarense vuelva a la grilla. Una situación que se hizo casi insostenible a partir de lo sucedido en el GP de Miami del domingo pasado, en el que el australiano debió abandonar en la primera vuelta, luego de pinchar un neumático por un choque con Liam Lawson.
Y detrás de los pilotos hubo un juego de poder entre el team principal Oliver Oakes y el asesor ejecutivo Flavio Briatore: el ingeniero británico fue desde siempre el sostén de Doohan, mientras que el empresario italiano resultó la llave para el desembarco de Colapinto. Oakes y Briatore eran dos de los integrantes del triunvirato que lidera a Alpine, completado por el CEO de Renault, Luca de Meo.
Doohan no era la primera opción que barajó Alpine, tras anunciar que Esteban Ocon no continuaría en 2025, pero el fracaso de las negociaciones para sumar a Carlos Sainz Jr. empujó al triunvirato que conduce el proyecto de F.1 a ratificar al australiano, que hizo su debut en el Gran Circo en el GP de Abu Dhabi, última aventura del año pasado.
De 37 años, el británico Oakes tomó el control del garaje en julio pasado, sucediendo a Cyril Abiteoul, Laurent Rossi, Marcin Budkowski, Otmar Szafnauer y Bruno Famin, nombres de una larga lista de jefes de equipo que no descubrieron el rumbo. Fundador del team Hitech Gran Prix hace diez años, compitió como directivo en la Fórmula 2 y la Fórmula 3 y por esa estructura pasaron George Russell (hoy en Mercedes), Isack Hadjar (Racing Bulls), Álex Palou (tricampeón de IndyCar)… y Doohan. El ingeniero defendió la posición de Jack desde el momento en que los rumores sobre un contrato de corto plazo envolvieron al hijo de Mick, aquel australiano múltiple campeón de motociclismo.
Piloto de reserva y de pruebas el año pasado en Alpine, Doohan desestimó competir en otras categorías para interiorizarse más y tener un aprendizaje extra en el equipo. El estreno, en Abu Dhabi 2024 –en reemplazo de Esteban Ocon, que tenía un acuerdo para sumarse a Haas en esta temporada–, pasó inadvertido, pero el crecimiento fue prácticamente nulo.
“Me dio un poco de pena que debutara eclipsado por los diferentes cuchillos que le pusieron, pero creo que condujo brillantemente. Se pudo observar una mejora en el ritmo durante el fin de semana, sobre todo en la prueba de clasificación”, expuso Oakes tras el estreno, en diciembre pasado. Luego, la estadística entre ambos pilotos refleja para el australiano un 2-6 en las qualies y un 1-5 en las carreras –el francés fue desclasificado en China por una cuestión técnica del auto-. Y las diferencias en los tiempos, en el ritmo y en la gestión de los neumáticos agigantaron la distancia… y los cuestionamientos.
“Mostró un ritmo prometedor todo el fin de semana. En la carrera tuvo más dificultades con los neumáticos duros, lo que desafortunadamente le hizo perder terreno en el último stint”, lo apuntaló Oakes en Sakhir. Una semana atrás, el impactante accidente en Suzuka –un error grotesco del piloto, que intentó una maniobra que había ejecutado en el simulador– le generó un gasto de 1.500.000 dólares a Alpine y todos dirigieron la mirada hacia Doohan.
Las múltiples consultas en el inicio del año sobre la presión que podía implicar la prsencia de Colapinto en los boxes motivaron otras defensas de Oakes al corredor de 22 años. “Da igual el piloto que seas. En toda categoría hay presión; en la F. 1 y en las juniors. Es un tema de conversación, pero creo que se debe darle un poco de espacio para ponerse en marcha durante unas cuantas carreras. Como todos los pilotos, tiene que cumplir, pero creo que está haciendo un muy buen trabajo al bloquear el ruido externo”, enfatizó el ingeniero en Melbourne, en el inicio de la temporada. Ahora, la salida de Oakes parece ratificar el crepúsculo de Doohan y, posiblemente, la llegada de Colapinto.