El nuevo simulador de última generación que utilizará un equipo de F1: “Sensaciones a través del volante”

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Williams brindó detalles sobre su nuevo simulador

El equipo Williams se prepara para dar un salto tecnológico clave en la Fórmula 1 con la incorporación de un nuevo simulador de última generación que estará operativo desde enero de 2026. La escudería británica, con sede en Grove, busca equiparar sus capacidades de desarrollo a las de rivales como Ferrari, Red Bull y Mercedes, que ya cuentan con plataformas avanzadas para la simulación y la preparación de sus pilotos y monoplazas.

El jefe del equipo James Vowles confirmó que la flamante herramienta reemplazará a un simulador que, según sus propias palabras, utiliza tecnología con más de 15 años de antigüedad. Esta inversión representa un paso estratégico de cara al profundo cambio reglamentario que vivirá la máxima categoría en 2026. “El simulador existe, tendremos las llaves pronto. Y debería ser nuestro simulador a tiempo completo desde el 1 de enero. Tenemos que completar unos trabajos de correlación antes”, anticipó Vowles.

La relevancia de un simulador de alta precisión se incrementa en una era donde la Fórmula 1 restringe los días de pruebas en pista. Las escuderías dependen cada vez más de entornos virtuales para ajustar los reglajes de sus autos antes de cada gran premio y para validar la eficacia de las actualizaciones técnicas sin necesidad de trasladar piezas a los circuitos. En este contexto, la calidad del hardware y el software se vuelve determinante.

De acuerdo con la escudería, el sistema anterior limitaba notoriamente la experiencia del piloto: su plataforma apenas permitía ángulos de giro inferiores a 45 grados en ambas direcciones y la visualización dependía de una pantalla estática con dos proyectores. Ahora, Williams accederá a un simulador capaz de rotar 360 grados, una característica que permite reproducir con mayor fidelidad los movimientos del coche y las sensaciones que recibe el piloto a través del volante.

James Vowles explicó la importancia de esta evolución: “Sobre el ‘hardware’, ahora tenemos una plataforma que no puede girar 90 grados, se queda por debajo de 45 grados en las dos direcciones. Tiene algo de movimiento frontal. La pantalla es estática, con dos proyectores. Es una tecnología que tiene ya 15 años. Desde la perspectiva del piloto, el elemento más importante de un simulador es la rotación, y en este caso se parecerá mucho al nuevo de Ferrari, Red Bull o Mercedes, que son 360 grados. Eso les da las sensaciones a través del volante, porque reproduces mejor un pequeño movimiento del tren trasero”.

Por dentro, el simulador de Williams avanza en tres ejes: hardware, software y la correlación entre ambos. El equipo británico explica que el desarrollo no se limita a la máquina física, sino que también abarca los modelos matemáticos que simulan el comportamiento del monoplaza y los procesos que ajustan estas simulaciones conforme a la realidad recogida en pista.

La adquisición y puesta en marcha del nuevo simulador se financia a través de una inversión clasificada como gasto de capital. Según precisó Vowles, este tipo de gastos está excluido del techo presupuestario impuesto por la FIA, aunque a partir de 2026 una parte será contabilizada en forma de depreciación. “Los próximos pasos apuntan a la fábrica de Grove: estamos trabajando en las instalaciones, cambiando las máquinas, cómo las inspeccionamos y validamos la producción. También revisamos nuestras áreas de partes metálicas y composite para asegurarnos de que progresamos hacia las referencias”, detalló el jefe del equipo.

Esta transformación tecnológica llega en un momento de progreso en pista para Williams. La escudería ocupa el quinto puesto en el Campeonato Mundial de Constructores con 111 puntos, su mejor desempeño desde 2017. Carlos Sainz, con un podio en Bakú (tercero), suma 38 puntos en su cuenta personal y Alex Albon acumula 73, mientras que la ventaja sobre Racing Bulls y Aston Martin (72 y 69 puntos, respectivamente) parece sólida cuando restan cuatro carreras.

La estrategia deportiva de Williams para 2025 ya está enfocada en el desarrollo del auto que debutará en 2026, buscando capitalizar los cambios normativos para acortar distancias con los líderes del campeonato. La inversión en tecnología es vista como una palanca indispensable para volver a la lucha por podios y victorias.

Junto con su apuesta técnica, Williams prepara un cambio de imagen institucional ligado a su histórico legado. A partir de la próxima temporada, el equipo pasará a denominarse Atlassian Williams F1 Team y estrenará un logotipo inspirado en el emblema original que introdujo Frank Williams en 1977. El objetivo de esta modificación es conectar la época dorada de nueve títulos mundiales de constructores -lograda entre 1980 y 1997- con un proyecto enfocado en la modernización y el crecimiento.

Me enorgullece que a partir del próximo año nuestro monoplaza luzca un logotipo inspirado en nuestro fundador y profundamente ligado a nuestras décadas de éxitos. Como equipo, estamos inspirados por nuestro pasado, pero nos entusiasma nuestro futuro y estamos comprometidos a escribir un nuevo capítulo triunfal en la historia de Williams”, expresó James Vowles al anunciar este cambio institucional.

La reinterpretación del icónico emblema de Frank Williams buscará acercar a una nueva generación de seguidores que se han incorporado a la Fórmula 1 en los últimos años. “Esta nueva identidad refleja quiénes somos, hacia dónde vamos y nos recuerda nuestro legado de campeones, que llega a un público cada vez mayor en la F1 y que no seguía este deporte cuando dominamos por última vez”, apuntó Vowles.

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