El cuento de hadas de Solana Sierra en Wimbledon sumó este viernes un nuevo capítulo inolvidable. La tenista argentina, de 21 años y nacida en Mar del Plata, venció en tres sets a la española Cristina Bucsa por 7-5, 1-6 y 6-1 y se clasificó a los octavos de final del Grand Slam inglés. El triunfo representa su mejor actuación en un torneo de esta categoría, el desempeño más trascendental en dos décadas para el tenis argentino femenino y un hito para el tenis mundial al ser la lucky loser que más lejos llega, pero también un cambio para su vida deportiva.
La marplatense de 21 años se aseguró un espaldarazo clave para una carrera que necesita de lo económico para poder seguir desarrollándose en el alto nivel: con esta victoria, se aseguró un premio de 240.000 libras esterlinas (equivalentes a más de 320 mil dólares), cifra que supera ampliamente el total acumulado en premios a lo largo de su carrera profesional, que según el sitio oficial de la WTA era de 173.413 dólares hasta antes del torneo. En caso de superar la siguiente fase, se hará con 400 mil libras esterlinas.
La promesa del tenis nacional apareció en este Grand Slam con 15 títulos entre los torneos de menor envergadura y el W125 que logró este año en Antalya, su éxito más resonante en el circuito hasta acá. Para tomar dimensión del impacto económico que significa en su vida este logro en Wimbledon, por lograr esa corona en Turquía recibió un cheque de poco más de 15 mil dólares.
Un dato fundamental es que su rendimiento en Londres le permitirá escalar varios peldaños en el ranking de la WTA: figura 65° en el ranking en vivo. Sierra, que viene de alcanzar su mejor ubicación histórica con el puesto 100, entró al Grand Slam sobre césped como la 101° del mundo, por lo que actualmente estaría dando un salto de 36 posiciones.
Sierra había desembarcado en Londres con la expectativa de cosechar experiencia en certámenes de este nivel. Luego de perder en la última ronda de la clasificación —donde incluso tuvo match point a favor—, ingresó al cuadro principal como “lucky loser” tras la baja de la belga Greet Minnen. Desde entonces, encadenó tres triunfos consecutivos: primero ante la australiana Olivia Gadecki, luego frente a la británica Katie Boulter, y ahora ante Bucsa, 102° del ranking y reciente verduga de Donna Vekic, semifinalista en la edición pasada.
Con esta racha, la marplatense se convirtió en la primera tenista argentina en alcanzar los octavos de final en Wimbledon desde 2004, cuando lo hizo Paola Suárez. Por entonces, la representante nacional venció a la italiana Rita Grande y luego cayó en cuartos de final contra la francesa Amélie Mauresmo.
La actuación de Sierra ya tiene múltiples dimensiones destacables. En primer lugar, hasta este torneo nunca había ganado un partido en el cuadro principal de un Grand Slam: había caído en su debut tanto en el US Open 2024 como en Roland Garros 2025.
Bucsa, de 27 años, representaba un desafío de cuidado. Nacida en Moldavia pero nacionalizada española, es cinturón azul de karate, estudia psicología y biología y venía de una actuación destacada al eliminar a Vekic en segunda ronda. Sin embargo, Sierra impuso su ritmo desde el arranque y, pese a un bajón en el segundo set, logró retomar el control en la tercera manga para sellar un triunfo contundente.
El recorrido de la argentina en Wimbledon es aún más meritorio si se considera su actualidad. Desde marzo de este año entrena en la Rafa Nadal Academy, en Manacor, España, adonde llegó como una de las jóvenes promesas del circuito. Con 3 títulos en el circuito ITF en esta temporada (W75 Bellinzona, Antalya 125 y W75 Vero Beach), su presencia en la cuarta ronda de Wimbledon puede marcar un antes y un después en su carrera.
Además de sus logros individuales, Sierra forma parte del equipo argentino de la Billie Jean King Cup. Su desempeño en el césped londinense consolida el regreso del tenis femenino nacional a las grandes citas, en un contexto en el que escaseaban figuras con presencia sostenida en los cuadros principales de los Grand Slams.
Con esta victoria, la integrante de la Selección Argentina de Tenis Femenino quedó a un partido de la mejor actuación nacional en los últimos 21 años: Paola Suárez, en 2004, alcanzó los cuartos del Major británico, instancia en la que fue eliminada por la francesa Mauresmo.
Esta presentación de Solana registró un nuevo hito en el tenis mundial, tanto en varones como en mujeres, al convertirse en la primera en alcanzar la ronda de las 16 mejores de Wimbledon habiendo clasificado como luckyloser.
Por lo pronto, su próxima rival saldrá del cruce entre la alemana Laura Siegemund (104° del mundo) y la estadounidense Madison Keys (8° del planeta). Cualquiera sea el desenlace, Solana Sierra ya se ganó un lugar en la historia reciente del tenis argentino y, con apenas 21 años, empieza a mostrar señales de un futuro prometedor.
