Dos goles en el tramo final clasifican al Barcelona ante un combativo Guadalajara

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El delantero del FC Barcelona, Lamine Yamal intenta llevarse el balón ante los defensores del CD Guadalajara (EFE / Nacho Izquierdo.)

El Fútbol Club Barcelona selló su clasificación a los octavos de final de la Copa del Rey tras superar por 0-2 al Club Deportivo Guadalajara en el Estadio Pedro Escartín, en un duelo que exigió al vigente campeón hasta los minutos finales.

El conjunto azulgrana encontró obstáculos inesperados ante la solidez de un equipo local que se entregó a su público y resistió hasta avanzada la segunda parte, antes de que los goles de Andreas Christensen y Marcus Rashford definieran el avance culé. El encuentro comenzó con retraso a las 21:30 horas por motivos de seguridad en una grada supletoria, pero el estadio, completamente lleno, acompañó a los equipos hasta el último minuto.

La gestión de Hansi Flick en la dirección blaugrana incluyó dos novedades significativas: el regreso de Marc-André Ter Stegen a la portería tras cuatro meses de inactividad y la titularidad de Marc Casadó como lateral derecho. A pesar de estos ajustes, el Barcelona se topó con un Guadalajara decidido a disputar cada pelota y con un guardameta, Dani Vicente, que marcó diferencias durante buena parte del partido.

Férrea defensa local

El equipo visitante asumió el control del balón desde el pitido inicial. La presión alta tras la pérdida confinó al Deportivo a su área y permitió al Barcelona generar peligro, aunque la férrea defensa local obligó a los blaugranas a recurrir a disparos lejanos como estrategia ofensiva principal.

Fermín López por la banda izquierda y Lamine Yamal en la mediapunta se perfilaban como cartas ofensivas, pero el sistema de cobertura del Guadalajara y el desempeño de Dani Vicente evitaban que el marcador se moviera.

El centrocampista del CD Guadalajara, Manu Ramirez (c), con el balón (EFE / Nacho Izquierdo)

A medida que transcurría la primera parte, el Guadalajara mostró una mayor confianza. Pasada la media hora, los dirigidos por Pere Martí incrementaron la intensidad de la presión y comenzaron a nivelar el juego en el centro del campo. Este tramo fue el reflejo de un choque de estilos en el que, hasta el descanso, el bloque local neutralizó eficazmente la propuesta del Barcelona. La primera parte concluyó sin goles y con el bloque local protagonizando una actuación solvente pese al dominio visitante.

Ante la falta de profundidad, Flick modificó la estructura de su equipo en el regreso del entretiempo. Eric García pasó al lateral derecho tras la entrada de Cubarsí y Casadó asumió el rol de pivote defensivo. Este cambio ofreció soltura ofensiva y permitió al Barcelona doblar esfuerzos en la banda, aunque la resistencia del Guadalajara seguía intacta. Marcus Rashford contó con las dos primeras oportunidades claras del complemento, pero en ambas chocó con Vicente, que desvió los remates.

El Barça con todo

La entrada de Alejandro Balde, Pedri y Jules Koundé apuntaló el ataque visitante ante un Guadalajara que multiplicaba esfuerzos y, de hecho, se permitió amenazar la portería de Ter Stegen en acciones puntuales. Christensen debió intervenir para frustrar una llegada peligrosa y Toño Calvo ensayó un disparo ajustado que elevó la tensión en el banquillo blaugrana.

En el momento de mayor crecimiento del anfitrión, el Barcelona encontró la puerta. Frenkie de Jong habilitó a Christensen con un centro a la espalda de la defensa y el zaguero danés convirtió con un remate de cabeza que tocó en el cuerpo de Julio Martínez antes de ingresar a la portería. El Pedro Escartín quedó en silencio tras el tanto que deshizo el equilibrio.

Ante la necesidad, el Guadalajara volcó a su equipo sobre campo rival y expuso espacios en defensa. Así llegó la sentencia en tiempo añadido: Rashford encaró a Vicente, lo superó en el mano a mano y fijó el definitivo 0-2 para asegurar la presencia del Barcelona en la siguiente ronda. El resultado no reflejó por completo la entrega y la estructura táctica de un Deportivo Guadalajara que se retiró ovacionado pese a la eliminación.

El Pedro Escartín despidió a su equipo con una prolongada ovación y el Barcelona ya espera rival en octavos, mientras Flick valoraba la exigencia del compromiso en una Copa del Rey que volvió a poner a prueba a uno de los favoritos.

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