10 historias poco conocidas de Colapinto antes de su regreso a la F1: lágrimas, monedas para frutas y una operación sin anestesia

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Franco Colapinto volverá a correr en la F1 y debutará este fin de semana con Alpine (@AlpineF1Team)

El teléfono no para de sonar y cada vez son más los sponsors que suma Franco Colapinto, que a su profesión de piloto le sumó sus dotes actorales en publicidades que causaron furor. Hoy hay glamour, una mudanza a Mónaco, un contrato a cinco años con el equipo Alpine y un futuro de al menos 15 años en la Fórmula 1. Pero para llegar a este presente de ensueño, hubo mucho sacrificio del corredor bonaerense de 21 años. Nada fue fácil para él, su familia, sus managers y quienes siempre estuvieron a su lado.

Su irrupción en la Máxima generó un boom en la Argentina con miles de chicos que quisieron empezar a correr en karting y potenció a los que ya lo estaban haciendo. Pero su historia sirve como ejemplo de que el camino es largo y duro. Desde niño tuvo una seguridad innata de lo que quiso para su vida. O cuando ya en el inicio de su adolescencia quiso estudiar en un colegio industrial porque le gustaba la mecánica. Logró sortear un ingreso “súper exigente, de miles de alumnos que se presentaban, pero después quedaban menos de cien chicos”, como contó su madre, Andrea Trofimczuk, en una entrevista con Infobae. Ella, con Martina (hermana de Franco) en brazos, lo llevó al curso preparatorio y logró el ingreso al Instituto de Techint. Pero debido a las complicaciones por sus primeros viajes al exterior por sus carreras de karting, volvió a su querido Colegio del Pilar, donde hizo la Primaria y completó la Secundaria a fines del año pasado.

Se puede tener talento, pero sin la convicción que ratifique la perseverancia de animarse al desarraigo a los 14 años para irse a vivir a Europa a una fábrica de karting, es imposible. A este medio le confesó que “llegó a llorar” en esos primeros tiempos de desarraigo ya que Lo más complicado “fue que instalé con 14 años a un país que no conocía, gente que no conocía, estaba solo y con un idioma del que no tenía idea de cómo se hablaba, viviendo con gente adulta en una fábrica, tratando de aprender el italiano, que no es un idioma tan complicado, pero era muy chico. Ese año fue el que más aprendí y del que más cosas pasé. Sirvió para hacerme más duro, aprender y ser la persona que soy hoy. Me sirvió para hacerme más duro”.

Por esa época recordó que “Después hubo otros momentos difíciles, cuando no tenés buenos resultados y estás solo”, reveló. Pero fue esa determinación que el pilarense tuvo el día que su padre, Aníbal, le planteó volverse, pero Franco se puso firme: “Con 14 años lo dejé en Europa sin saber si hacía bien o mal, cuestionándome si me equivocaba. Pero él fue muy claro, le pregunté ‘¿no te querés volver en dos años? Quizá a los 16 vas a estar un poquito más maduro y te traigo de vuelta’. Pero me dijo ‘no, papá. Esto es lo que yo quiero. Me la voy a bancar. Sé que los primeros meses la voy a pasar mal’. Me dijo ‘si vos me bancás, yo me quedo‘. Te imaginás que lo banco con la vida”, le contó su padre a este medio.

Franco con su madre en una de sus visitas en las épocas de las categorías promocionales (@andre.trofimczuk)

Y sí, Aníbal lo bancó con la vida, al punto de vender una casa para costear la temporada 2019 de la Fórmula 4. Franco correspondió semejante esfuerzo y fue campeón, con sus actuales representantes, María Catarineu y Jamie Campbell-Walter. Ella, también en una nota con Infobae, recordó que “vi a ese niño humilde con una libreta que lo apuntaba todo y en carrera los destrozó a todos. Su actitud, el trabajo, el resultado… Fueron un antes y un después. Ahí a Jamie le dije ‘a este niño lo vas a ayudar‘. Él me dijo ‘genial, pero tú dejas tu trabajo y me ayudas con esto’. Dejé Drivex y la historia ya la conocen todos”.

Pero hasta bajo la “guarda” de María y Jamie, Franco mantuvo su austeridad. Nació la historia del arroz y así lo recordó su madre en otra entrevista con Infobae: “Un día me llama Franco y me dice ‘Ma, no sé cómo funciona esto porque se me apaga’. Pensé que lo estaba haciendo sobre un anafe. Hasta que en un momento enfoca más panorámico y ahí pude ver la pava eléctrica. Lo que me reí, es que me pareció re cómico”. El arroz fue un fiel acompañante de Franco y Andrea cuenta que “un día cuando fui a Valencia, tenía su mochila que pesaba un montón y era un quilombo. Entre tantas cosas veo medio kilo de arroz y un tenedor que andá saber de dónde se lo había sacado (risas). Después el otro peso que tenía la mochila eran las monedas que juntaba por todos lados y con eso andaba o se compraba frutas”. Y agrega un detalle especial que revela la humildad del actual piloto de Alpine: “Él tenía nuestras tarjetas de crédito, la mía y la de Aníbal (su padre), pero siempre fue un chico tan austero que nunca quiso complicarnos en nada que no gastaba. Es un chico que no se aprovecha de nada”.

Ni la pandemia se interpuso en su sueño de llegar a la F1. “Cuando empezó lo del COVID-19 directamente no podía viajar”, le destacó Franco a este medio. Entre 2020 y mediados de 2022 (dos temporadas y media) corrió en promocionales sin apoyo de Argentina y con sponsors europeos que consiguieron María y Jamie. Todo costó mucho por esa época, pero su pupilo no los defraudó y ganó en la Fórmula Renault, Eurocup y la Regional. Se amplió el radar de los equipos de F1 que se hicieron eco de un chico que trascendió por su talento y una agresividad pocas veces vista para pelear y defender una posición.

Nada ni nadie lo detuvo. Hasta corrió con la nariz rota en 2020 en la Fórmula Regional, por un accidente en bicicleta en Mónaco, otra pasión que comenzó a practicar por esa época. “Estaba todo sangrado, llegó la policía que me hablaba en francés y yo no tenía ni idea de lo que me decían. Tenía 17 años y fue un desastre. Me vinieron a buscar en una ambulancia porque estaba hecho mierda. Llamé por teléfono a mi compañero de equipo para que me fuera a buscar. En el hospital me cosieron porque no paraba de sangrar, pero obviamente no me hicieron nada en la nariz. Al otro día yo tenía una carrera en Paul Ricard y fui con la nariz rota y casi no podía respirar. Con un ojo hinchado que casi no veía. Los del equipo me querían matar. Hasta me operaron sin anestesia porque al otro fin de semana tenía otra carrera si me aplicaban anestesia iba a estar medio ‘bobo’ esa semana. Fue lo más doloroso que me pasó en mi vida”.

Esa actitud no le impidió correr y ganar en Monza en 2023 con una fractura en la clavícula derecha, luego de otro accidente en bicicleta. Fue ya en la Fórmula 3, donde fue competitivo pese a no tener presupuesto para poder realizar ensayos extras. Fueron los tiempos de las madrugadas “calientes” en la Argentina con sus fieles fanáticos que se levantaron a cualquier hora para seguir sus carreras. Las redes sociales comenzaron a arder con cada presentación de Colapinto y el personaje se fue haciendo tan grande como el deportista.

En octubre de ese año volvió al país junto con María y Jamie, quienes hicieron su primera visita a la Argentina. Infobae coordinó una nota con Aníbal y tras el encuentro en la zona de Barracas, los testimonios se produjeron en el Parque Lezama. Franco mostró su impronta y como auténtico hincha de Boca Juniors le gustó el lugar porque estaba cerca de la Bombonera. También le llamó la atención la calesita y hasta aceptó sacarse una foto junto a ella.

Llegaron los primeros sponsors argentinos y esto permitió una segunda temporada en la Fórmula 3. Se sumó el reclutamiento de Williams para su academia. Pero para el salto a la Fórmula 2 fue necesaria la participación de sus fanáticos quienes fueron clave en su historia. El revuelo armado en las redes sociales convocó a Bizarrap, quien era amante del automovilismo, pero hasta ese momento no sabía de la complicada situación presupuestaria de Franco. Fue necesario un solo mensaje por privado vía Instagram y luego otros por WhatsApp, para que el DJ y productor musical le consiga el apoyo de los “unicornios” argentinos como la empresa de tecnología y la firma de venta electrónica.

El salto a la Fórmula 2 le permitió medirse con una gran camada que hoy llegó a la F1, ya sea como titulares o pilotos de reserva: Gabriel Bortoleto, Oliver Bearman, Andrea Kimi Antonelli, Isack Hadjar y Paul Aron. Hacia mayo de 2024, Colapinto no tenía el presupuesto para terminar la temporada. Su gran victoria en Imola le dio aire y se sumaron patrocinantes, pero la continuidad en el campeonato no estaba asegurada. Ese éxito le permitió a Franco ganar en todas las categorías promocionales en las que corrió. Su maniobra para superar al propio Aron en la chicana de Tamburello encandiló al jefe de Williams, James Vowles, quien se la jugó por el pilarense y lo promovió como titular en F1 en lugar de Logan Sargeant, desde el 1 de septiembre de 2024, en Monza. El resto es historia conocida.

No fue solo el sumar puntos en su segunda carrera o destacarse en siete circuitos desconocidos. O los elogios de Max Verstappen, Lewis Hamilton o que en medio de la carrera de Singapur Sergio “Checo” Pérez admita que “es difícil pasar a Colapinto”. Su impronta fue una bofetada de aire nuevo y su forma de ser fue revival de los pilotos de de las décadas del ‘70 u ‘80. Transmitió libertad en cada declaración. Rompió protocolos ante le pedido de los medios -en especial argentinos- y descolocó a todos en cada declaración. Echó por tierra el formalismo con su famoso “qué olor a porro” en Las Vegas, donde tuvo un brutal choque a más de 50 G. Allí estuvo Aníbal, como tantas otras veces y su presencia fue esencial para pasar aquel mal momento. “No fue tu culpa, relajate un poco. Comete una hamburguesa y largá un poco las barras de cereales”, le habría dicho su padre, pero el piloto prefirió mantener la rigurosidad de su dieta.

Franco produjo una revolución con miles de argentinos que coparon la recta principal de Monza, Austin e Interlagos. El fervor de la gente lo retroalimenta y los más importante, es que nunca traicionó su esencia ya que es tan argentino que toma mate con bizcochos en los boxes de la F1.

Colapinto logró que en la Argentina se vuelva a hablar de automovilismo. Que la gente que no sabía de ese deporte busque interiorizarse. Que sus carreras y las negociaciones por su futuro sean temas que escucharon en los medios de transporte público, en las oficinas, en una fábrica, en un supermercado o donde sea. Hoy se vive un fervor que puede compararse a la época de Carlos Alberto Reutemann.

El emotivo abrazo entre Franco y su padre Aníbal, el 28 de noviembre de 2023, el día que probó por primera vez un F1. Fue en el Rookie Test de Abu Dhabi y con Williams (Willliams Racing)

Franco, además, rompió el paradigma presupuestario argentino. Ya no fue necesario -exclusivamente- que la petrolera estatal u otros organismos sean esenciales. Con él las empresas privadas se animaron a apoyar en masa y se generó un efecto “bola de nieve”. Hoy es común verlo a Colapinto en las publicidades televisivas con un carisma que lo llevó a bromear “a los Oscars, chicos”. El de Pilar abrió una puerta de patrocinantes que hasta hace unos años parecía una utopía.

En tanto que las luces de la Máxima, el glamour, los “amigos del campeón” que fueron moneda corriente, no cambiaron la matriz de Franco. Volvió al país y para tomarse unas vacaciones. Fue a la entrega de los Premios Olimpia y no se le cayó un anillo para saludar y preguntarle al autor de este artículo “¿dónde puedo estacionar?” e incluso luego llevarlo hasta dentro de la Usina del Arte, donde se hizo la ceremonia. Esa noche aplaudió a todos los deportistas y fue el tercer automovilista en ganar el Oro detrás de Juan Manuel Fangio y Agustín Canapino, en un reconocimiento compartido con Emiliano “Dibu” Martínez.

Su talento fue captado por Flavio Briatore quien luego de dos meses de negociación y supuestos 20 millones de dólares, logró conseguir la cesión por cinco años de Williams. Los malos resultados y errores de Jack Doohan lo promovieron otra vez como titular. Llegó la hora señalada para Franco en el equipo francés. Las “cinco carreras” resultan una pantalla y estaría todo dado para su continuidad hasta final de temporada. Colapinto volvió para quedarse como titular en la Fórmula 1.

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