Polémica en la UFC: le hizo “piquete de ojos” a su rival, lo dejó fuera de combate y la pelea quedó en suspenso

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El desenlace del esperado combate entre el inglés Tom Aspinall y el francés Ciryl Gane en el UFC 321 dejó a la división de peso pesado sumida en la incertidumbre, tras un accidente que obligó a detener la pelea y provocó la frustración tanto de los protagonistas como del público. La velada, celebrada en el Etihad Arena de Abu Dabi, se perfilaba como el escenario donde se definiría al campeón indiscutido, pero terminó sin un vencedor (No Contest) y con el cinturón en manos del británico, aunque sin la consagración definitiva que buscaba.

El enfrentamiento representaba la primera defensa oficial de Aspinall desde que asumió el título tras la retirada de Jon Jones en junio. Por su parte, Gane afrontaba su tercera oportunidad por el campeonato absoluto, tras haber caído previamente ante Francis Ngannou y el propio Jones. Desde el inicio, ambos luchadores mostraron un ritmo elevado: Aspinall apostó por su habitual presión, combinando velocidad y precisión, mientras que Gane optó por el contragolpe y el juego de pies, lo que auguraba un duelo técnico y físico de alto nivel.

La dinámica del combate cambió de forma abrupta cuando restaban 25 segundos para el final del primer asalto. En una acción defensiva, Gane levantó la mano para bloquear un golpe y sus dedos impactaron directamente en los ojos de Aspinall. El británico retrocedió de inmediato y solicitó asistencia médica, visiblemente afectado por el dolor.

El árbitro Jason Herzog detuvo la pelea para permitir la revisión médica, y tras una breve evaluación, se determinó que Aspinall no podía continuar. El combate fue declarado no-contest a los 4 minutos y 35 segundos del primer asalto, al considerarse que el golpe había sido accidental. La cuenta de X (ex Twitter de ESPN Knock Out definió la acción como un “piquete de ojos”, mostrando la secuencia.

Tom Aspinall no pudo continuar con el combate (REUTERS/Rula Rouhana)

La reacción del público no se hizo esperar. El Etihad Arena, repleto, pasó de la tensión a la confusión y los abucheos se hicieron sentir mientras Aspinall, con un paño húmedo sobre el rostro, intentaba explicar la situación a los aficionados. “Me han metido el dedo hasta el fondo del ojo. ¿Por qué me están abucheando? No puedo ver. No hice yo el golpe”, expresó el campeón.

Posteriormente, el nacido en Manchester reiteró ante la prensa su malestar por la forma en que concluyó la pelea. “Esto es una mierda. La pelea estaba empezando. Me duele muchísimo el ojo. Ha sido doble, en los dos ojos”, afirmó el británico. Por su parte, Gane también manifestó su decepción por el desenlace: “Lo siento mucho, por el público, por los fans, por Tom. También por mí. Estoy muy decepcionado, pero esto es el deporte”, en declaraciones recogidas por DAZN.

El resultado deja a la división de peso pesado en una situación de pausa. Aspinall, que había esperado 15 meses para regresar al octágono tras su victoria sobre Curtis Blaydes, deberá someterse a exámenes médicos antes de definir su futuro inmediato. Mientras tanto, el interrogante sobre quién domina realmente la categoría permanece abierto, ya que el UFC 321, que prometía zanjar el debate sobre el nuevo monarca, concluyó sin resolver la disputa por el trono. Tras la pelea, Dana White, el presidente de la UFC, anunció que trabajarán en conjunto para que la pelea sea reprogramada y el título se vuelva a poner en juego.

Además de este combate, la velada incluyó las peleas de Quillan Salkilld ante Nasrat Haqparast, que terminó con un impactante nocaut, y la del eslovaco Ludovit Klein, que se impuso ante el polaco Mateusz Rebecki con el tobillo quebrado.

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