La millonaria trama sin resolver detrás del despido de Christian Horner tras dos décadas como jefe de Red Bull Racing

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Horner fue despedido como jefe del equipo de F1 de Red Bull, pero todavía sigue trabajando en la empresa, según aclaró

La inesperada salida de Christian Horner de Red Bull Racing, tras dos décadas al frente de una de las escuderías más exitosas de la Fórmula 1, por el momento ha dejado más preguntas que respuestas.

El miércoles, Horner tomó la palabra en la base británica de Red Bull en Milton Keynes. Visiblemente emocionado, rompió en llanto mientras explicaba a los presentes que le habían comunicado que “ya no estaría involucrado con el negocio ni con el equipo”. Pese a este mensaje, añadió: “Seguiré trabajando para la empresa, pero operativamente, el relevo será transferido”. El testimonio, recogido por Sky Sports News, ha alimentado el misterio sobre su futuro. No hay precisiones hasta el momento que expliquen si Horner ya fue apartado definitivamente del equipo o si permanece en una situación intermedia, a la espera de una resolución definitiva.

En una línea similar se mostró el portal especializado The Race, que planteó que actualmente Christian transita como una especie de limbo hasta el desenlace administrativo: “Tras su destitución como responsable del imperio de la F1 con sede en Milton Keynes que él mismo construyó, una separación completa es solo cuestión de tiempo. Y eso le permitirá a Horner mudarse finalmente a otro lugar si desea emprender otro proyecto de F1 que le brinde el control total que necesita».

Este interrogante sobre su labor abre una pregunta extra sobre el impacto del factor económico en su partida: ¿cómo se resolverá financieramente el despido de uno de los hombres más poderosos de la F1 durante dos décadas? El adiós de Horner se produce en un contexto en el que su salario y patrimonio han sido objeto de atención. Según reveló el medio español Sport, Horner percibía unos 8,5 millones de euros por temporada, uno de los salarios más altos en la Fórmula 1 para un director de equipo. A lo largo de los años, este monto subió casi un 11% tras la última temporada triunfal de Red Bull, donde el equipo ganó 21 de 22 grandes premios y se consagró campeón de constructores con récord de puntos (19 fueron obra de Max Verstappen y las dos restantes de Checo Pérez).

En este contexto de incertidumbre laboral, no es un dato menor que el patrimonio de Horner es sólido: el portal económico Finance Monthly lo estimó en torno a 46 millones de euros. A esto se suman inversiones privadas y propiedades de alto valor, como una mansión en Oxfordshire, un apartamento en Londres y una residencia de descanso en la Provenza francesa. Además, Horner suma ingresos considerables por presentaciones empresariales. La fortuna conjunta junto a su esposa, Geri Halliwell, supera los 500 millones de euros, según los últimos reportes.

En esta misma línea, el medio especializado en automovilismo Racingnews365 coincide con el rotativo español en la cifra del salario anual: estiman que Horner, tras 20 años en el cargo, era el segundo mejor pagado entre los directores de equipo, sólo superado por Toto Wolff (Mercedes), cuyo salario ronda los 13,6 millones de libras al año (unos 18 millones de dólares).

“A diferencia de otros directores de equipo, las inversiones de Christian Horner no son públicas, por lo que desconocemos la inversión exacta del británico. Sin embargo, se ha confirmado que Horner invirtió en dos fincas rurales en Oxfordshire y Hertfordshire, ubicadas en el Reino Unido”, comentó este medio.

Buena parte de la atención está puesta en cómo se resolverá, en términos contractuales y económicos, la desvinculación definitiva de Horner. Dado que su contrato contemplaba una remuneración cercana a los 8,5 millones de euros anuales y que no se ha divulgado el monto de la indemnización, la cifra final de su liquidación resulta incierta. De esta manera, Horner podría vivir un periodo de “gardening leave”. El directivo sigue vinculado contractualmente, sin poder ejercer funciones operativas, pero recibiendo su salario hasta que las partes acuerden la liquidación, la confidencialidad o una eventual cláusula de no competencia. “Horner estará cumpliendo un período de licencia hasta finales de este año, por lo que su regreso a la F1 recién se producirá en enero de 2026″, planteó el portal Sky Sports sobre la situación actual del jefe que transformó a Red Bull en un imperio de la F1.

Algunas versiones colocan Christian Horner como posible figura en Alpine (REUTERS/Jakub Porzycki)

En su discurso reproducido por Sky Sports News, Horner indicó que por ahora seguirá trabajando para la empresa, aunque sin funciones operativas. Esto puede interpretarse como un paso intermedio mientras se define el acuerdo económico.

La salida de Horner supone una revolución para Red Bull luego de una de las etapas más exitosas de su historia. Al mismo tiempo, el proceso evidencia la complejidad que rodea la desvinculación de altos directivos en la Fórmula 1 moderna, donde los contratos son confidenciales y la negociación puede hacerse extensa.

Tras abandonar Red Bull, Horner se enfrentará a un escenario abierto en el que su experiencia y éxito al frente de la escudería pueden atraer múltiples propuestas. Su nombre comenzó a sonar con fuerza como posible candidato a un puesto directivo en otros equipos de la parrilla, siendo Ferrari uno de los principales destinos mencionados en los rumores del paddock. Aunque el propio Horner rechazó esta posibilidad en el pasado y aseguró que su compromiso era total con el equipo de Milton Keynes, el giro reciente podría modificar las prioridades de la Scuderia, cuya dirección atraviesa por fases de incertidumbre bajo la gestión de Frédéric Vasseur. Helmut Marko reveló en 2022 que en más de una ocasión debieron negociar para retener a Horner y evitar una salida hacia Maranello, lo que sugiere que la opción sigue latente.

En paralelo, sectores especializados de Europa y Asia mencionan una alternativa de perfil empresarial: una posible sociedad junto a figuras históricas de la Fórmula 1, como Flavio Briatore, Bernie Ecclestone y Sebastian Vettel, con el objetivo de adquirir la escudería Alpine en caso de venta. Distintas fuentes han sostenido que Horner podría encabezar un grupo inversor capaz de asumir el control del equipo galo si Renault opta por retirarse. En este contexto, las negociaciones y el papel de potenciales patrocinadores, incluso de origen latinoamericano, podrían ser determinantes.

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