De hijos de leyendas a estrellas del futuro: cómo cambió el sueño de la NBA para la nueva generación de jugadores

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El básquet juvenil en Estados Unidos enfrenta una transformación significativa (Imagen Ilustrativa Infobae)

La profesionalización del básquet juvenil está modificando el perfil de los jugadores en la NBA. El básquet, tradicionalmente percibido como un camino de ascenso social para jóvenes con talento y perseverancia, atraviesa una transformación significativa.

Según un extenso reportaje de The New Yorker, el alto costo y la creciente profesionalización del deporte juvenil en Estados Unidos están restringiendo el acceso a la élite del básquet. Actualmente, el sueño de llegar a la NBA parece cada vez más reservado para hijos de exjugadores y familias con recursos, desplazando la narrativa preestablecida.

Profesionalización y costos del básquet juvenil

El básquet juvenil ha dejado de ser una actividad informal para convertirse en una industria especializada y costosa. Luka Dončić, estrella de la NBA y fundador de una organización sin fines de lucro dedicada a este deporte, afirmó en The New Yorker que este proceso de profesionalización ha convertido el juego en algo excluyente y ha “sacado la alegría del juego”. Además, expresó inquietud por el entorno que enfrentará su hija en un sistema cada vez más exigente.

LeBron James, figura emblemática del básquet, contrastó su formación autodidacta en Akron, Ohio, con la de sus hijos, quienes crecieron bajo la guía de entrenadores desde edades tempranas. “No tuve un entrenador de básquet hasta mi segundo, tercer, quizá cuarto año en la NBA. Mi entrenamiento era simplemente estar en la cancha”, dijo James en el podcast Mind the Game, citado por The New Yorker.

Jay Williams, exjugador y analista de ESPN, recordó que su formación se basaba en la repetición y el talento natural. Ahora, afirmó, el desarrollo comienza antes y está impulsado por intereses comerciales. Al tiempo que Jermaine O’Neal, seis veces All-Star de la NBA y fundador de una escuela preparatoria centrada en el básquet, señaló que el aumento de costos está dejando fuera a jóvenes de comunidades trabajadoras como la suya.

Luka Dončić advierte que la presión en el básquet juvenil afecta la alegría del juego (Mandatory Credit: Jesse Johnson-Imagn Images)

Auge de jugadores de segunda generación y acceso a recursos

La presencia de jugadores de segunda generación ha crecido notablemente. En 2009, solo 10 atletas en la NBA tenían padres exjugadores; en la temporada más reciente, la cifra ascendió a 35. De acuerdo con The New Yorker, la tendencia indica que más “herederos” llegarán a la liga, como Dylan Harper, hijo de Ron Harper, o los hijos de Carmelo Anthony y Gilbert Arenas, todos considerados prospectos destacados.

Aunque la herencia genética es un factor, el reportaje enfatiza que el cambio fundamental radica en el acceso a recursos. Un ejecutivo de la NBA explicó al medio que los hijos de profesionales suelen contar con ventajas como mejor entrenamiento, entrenadores calificados y conexiones clave.

“Esas ventajas tempranas se acumulan”, declaró. Así, el básquet se ha convertido en un deporte en el que los jugadores se “hacen” tanto como se “nacen”, y ello implica una inversión significativa.

O’Neal, quien se formó en entornos humildes, intenta replicar en su escuela una educación basada en la dureza y la resiliencia. No obstante, reconoce que la formación actual prioriza la perfección desde edades tempranas, lo cual puede disminuir la motivación y el disfrute.

Academias y escuelas especializadas: el nuevo modelo formativo

O’Neal replica en su escuela una educación basada en la dureza y la resiliencia

El surgimiento de academias especializadas ha redefinido el camino hacia la NBA. Centros como Dynamic Prep, fundado por O’Neal en Dallas, junto con IMG Academy y Montverde Academy en Florida, ofrecen programas intensivos que combinan educación en línea con entrenamientos de alto nivel.

Según The New Yorker, Dynamic Prep cuenta con 11 alumnos, todos con proyección hacia la División I universitaria, y su equipo fue clasificado entre los 10 mejores del país por ESPN.

Estas instituciones funcionan como incubadoras de talento, pero también como filtros económicos y sociales. Aunque algunas otorgan becas, la mayoría de los estudiantes provienen de familias que han invertido en una formación altamente estructurada. O’Neal indicó que su modelo se inspira en las academias europeas, donde los jóvenes estructuran su vida en torno al deporte desde edades tempranas.

El reportaje describe que la rutina en Dynamic Prep incluye clases por la mañana y entrenamientos por la tarde. O’Neal asume un rol dual como entrenador y mentor, inculcando a sus jugadores valores como la superación y la disciplina.

Impacto en el estilo de juego y en la narrativa del deporte

La profesionalización no solo ha modificado el perfil de los jugadores, sino también la esencia del juego. The New Yorker indica que, aunque el nivel técnico ha aumentado, el baloncesto actual se caracteriza por ser más estructurado y previsible, con menor espacio para la improvisación.

Steve Nash advierte que la motivación genuina en los jóvenes jugadores ha sido reemplazada por la lógica de rendimiento (REUTERS/Lucy Nicholson/File Photo)

Steve Nash, exjugador y entrenador, opinó que la motivación genuina ha sido reemplazada por una lógica de rendimiento desde edades muy tempranas: “Lo que antes se impulsaba por el hambre de mejorar, ahora se convierte en un trabajo para muchos de estos chicos desde muy temprano”.

El texto compara el sistema con una “máquina de talentos” al estilo American Idol, donde los jugadores son técnicamente competentes pero menos carismáticos. La uniformidad, producto de una formación repetitiva, ha reducido el instinto y la creatividad de muchos jóvenes. O’Neal lamentó que “literalmente están entrenando a estos chicos como robots, y los jugadores ya no tienen sensibilidad por el juego”.

Padres y exjugadores: presiones y desigualdades

Las experiencias de padres y exjugadores reflejan las tensiones del nuevo modelo. Marcus Spears, exjugador de la NFL y padre de uno de los principales prospectos de Dynamic Prep, explicó que comenzó a entrenar a su hijo desde muy pequeño, consciente de la presión que enfrentan los hijos de atletas reconocidos.

“Probablemente, empecé demasiado pronto con él, a los 7 u 8 años”, dijo Spears, quien también admitió que el sistema exige resultados inmediatos.

Aiysha Spears, exjugadora de la WNBA y madre del joven prospecto, recordó las dificultades económicas de su infancia en Detroit. Contó a The New Yorker que, en su caso, participar en torneos implicaba sacrificar gastos básicos como la electricidad.

Bronny James, hijo de LeBron, habría ganado cerca de 6 millones de dólares gracias a los acuerdos NIL (Mandatory Credit: Darren Yamashita-Imagn Images)

Jay Williams expresó su deseo de transmitir a sus hijos el hambre y la perseverancia que marcaron su carrera, aunque reconoce que el sistema actual ofrece más herramientas. O’Neal, con ingresos superiores a los 167 millones de dólares durante su carrera, confesó que enseñar resiliencia a su hijo ha sido un reto, dado que ha crecido rodeado de comodidades.

El desarrollo deportivo también se ha trasladado al ámbito digital. Según The New Yorker, muchos prospectos tienen decenas de miles de seguidores en redes sociales y videos virales en YouTube. Los acuerdos NIL (nombre, imagen y semejanza) permiten que los estudiantes-atletas generen ingresos antes de llegar a la NBA. Bronny James, hijo de LeBron, habría ganado cerca de 6 millones de dólares bajo este esquema.

Esta exposición, no obstante, también conlleva riesgos. Marcus Spears Sr. decidió limitar la presencia en redes de su hijo para protegerlo. Reconoció que muchas familias no pueden darse el lujo de rechazar oportunidades publicitarias: “Si necesitara el dinero para que mi hijo viera al mejor médico, lo haría”.

Resultados deportivos y tendencias recientes

El impacto del nuevo modelo se evidencia en las competencias juveniles. Dynamic Prep, bajo la dirección de O’Neal, tuvo una actuación destacada en el Chipotle Nationals, superando a Montverde Academy y Link Academy. En la final, fue derrotado por Christopher Columbus High School, equipo liderado por los gemelos Cameron y Cayden Boozer, hijos de Carlos Boozer, y Jaxon Richardson, hijo de Jason Richardson.

Nikola Jokic y Shai Gilgeous-Alexander son los más recientes MVP de la NBA y ambos son jugadores internacionales (Mandatory Credit: Alonzo Adams-Imagn Images)

La presencia de descendientes de exjugadores en los equipos más exitosos es cada vez más común. The New Yorker también menciona el incremento de jugadores internacionales en la NBA, que pasaron de 36 a 125 en dos décadas.

Muchos fueron formados en ligas europeas donde compiten desde jóvenes con adultos, lo que, según algunos entrenadores, fomenta mayor creatividad e instinto que los sistemas estadounidenses actuales.

Perspectivas del básquet y el valor de sus raíces

El reportaje concluye con una reflexión sobre el riesgo de perder la narrativa que históricamente definió al básquet: la superación, la creatividad y la libertad expresiva nacida de la adversidad. Exjugadores y entrenadores advierten que, si el básquet se aleja de sus raíces culturales y sociales, podría perder parte de su esencia y atractivo.

Como en el caso del jazz, sostienen que el alma del deporte reside en su capacidad de improvisación y en su vínculo con la experiencia colectiva. Mantener ese legado es, para muchos, clave para el futuro del juego.

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