El Perrito Barrios pasa sus horas esposado a la cama en la clínica: su versión de la balacera en la que terminó herido

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Esposado a la cama de la clínica privada donde lo curan tras recibir un balazo en el muslo izquierdo, Nahuel Barrios grita que es inocente. De momento la Justicia no le cree y entonces el grillete aprieta la muñeca contra el frío metal de la cama del cuarto privado donde se recupera tras un gravísimo incidente que lo tiene, por ahora, como principal protagonista.

Detrás de la puerta donde está internado, hay consigna policial permanente. Cada 12 horas, un uniformado nuevo se para frente a esa puerta inexpugnable, donde sólo recibe a su abogado. Y donde hoy hizo su declaración indagatoria. En ella, Nahuel Barrios, el Perrito, juró y perjuró que jamás manipuló un arma, que apenas vio el escándalo entró a separar y no a agredir y que, cuando vio que desde el otro lado blandían dos armas de fuego, salió rápido hacia afuera para meterse en su camioneta negra y huir. Pero dijo que no lo logró: cuando intentaba abrir el vehículo lo rodearon entre diez rivales y uno, a corta distancia, le pegó el tiro que ahora lo tiene en el nosocomio, esposado, con el frío metal del borde de la cama como toda compañía.

La situación, claro, sigue siendo confusa, pero también complicada. Los otros dos heridos, el árbitro del partido de futsal Pablo Godoy, con dos balazos en sus miembros inferiores, y Leila García, bufetera del lugar que recibió otros tantos, ratificaron lo que habían declarado apenas ingresaron al hospital Fiorito en la madrugada del domingo para ser curados: que el Perrito Barrios les disparó. Godoy fue más allá: habló de que el futbolista primero le tiró al pie, que después lo amenazó y que, como él le contestó, le disparó tres veces más. Claro que no hay imágenes de esa situación y, en esa falta de videos, radica la esperanza del jugador de Barracas Central en que la UFI 4 de Avellaneda contraste solo las versiones de todos los involucrados y los testigos, y le crean más a él que al resto.

El Perrito, con la indumentaria de Barracas Central
(X/REDES@barracascentral)/NA.

Porque también declararon dos testigos del hecho que, si bien no lo desvinculan al futbolista, sí ponen en foco a un familiar de él como quien trajo el arma y la habría usado. Pero todo está por verse mientras Barrios dijo en su indagatoria haber sido atacado por dos personas armadas que, según él, son muy conocidas en Villa Tranquila, la zona de Dock Sud donde los conflictos barriales se definen a menudo a fuerza de balas.

Claro que hay un video que lo complica por demás: es de un aficionado y se lo ve al Perrito irse hacia afuera haciendo el gesto como de usar un arma, una imagen típica de gatillero que fue interpretada como una orden para que le alcancen un arma de fuego, lo que condice con el relato de los dos heridos, que aseguran que su primo Santi fue hasta la Ram negra y trajo el revólver y presuntamente se lo pasó a él.

Ante esta evidencia, Barrios reconoció ser quien está en la pantalla, pero le aseguró al agente fiscal que fue en el momento en que salía para su auto y que les estaba advirtiendo a sus familiares y amigos que se fueran porque los otros estaban armados. Si le creen o no, ya será cuestión de Tribunales. Pero como la investigación parece que irá para largo, porque insólitamente no se tomaron pruebas de parafina en el hospital que hubieran demostrado si había restos de pólvora en las manos, lo que era una prueba concluyente, todo se limita a lo que digan los testigos del hecho.

Festejo con la casaca del Ciclón (@SC_ESPN)

En medio de eso, el abogado del jugador, Mariano Lizardo, hizo un pedido de excarcelación para que, mientras siga sustanciándose la investigación por abuso de armas y amenazas, el Perrito recupere la libertad. La UFI 4 avisó que será mañana por la tarde cuando tome decisión sobre este particular y, mientras tanto, Barrios seguirá internado sin el alta ambulatoria. Es más, si la Justicia se toma 48 horas en vez de 24 en decidir el incidente de excarcelación, el parte médico también dirá que se necesita más tiempo de curación en el nosocomio. Porque la idea de la defensa es que Barrios no pase una noche en un calabozo, sino que espere la decisión judicial en la cama del hospital.

Mañana también desfilarán por la UFI de Avellaneda los primeros testigos del lado de Barrios. Ellos lo desvincularán de todo el hecho y se verá si incurren o no en algunas contradicciones. La causa entra en un sendero espinoso y el Perrito sabe que, de cómo salga la situación, depende su futuro como futbolista. Algo que hasta el sábado por la noche no parecía peligrar, cuando fue a ver un torneo relámpago por plata en el playón deportivo de Dock Sud, el partido se calentó por varios fallos arbitrales, el dinero en juego se escurría de los dedos y de los golpes todo pasó a un tiroteo que lo tiene, por ahora, como uno de los protagonistas centrales.

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