Francisco Javier Gudiño Haro, conocido por los alias de “La Gallina” o “El Plumas”, figura en la lista de los fugitivos más buscados por la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA). Acusado de narcotráfico y de liderar operaciones violentas para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), su identidad se mantuvo durante años entre las sombras, hasta que emergió a la luz pública no solo por su presunta participación en asesinatos políticos, sino también por convertirse en personaje central de los corridos bélicos más populares de la escena musical regional mexicana.
De acuerdo con la ficha oficial publicada por la DEA, Gudiño Haro enfrenta cargos por conspiración para distribuir e importar metanfetamina y cocaína a Estados Unidos.
La agencia también lo responsabiliza por su rol activo en actos de violencia y asesinatos ordenados por el CJNG. Es considerado armado y peligroso, y aunque no se ha especificado una cantidad fija, se ofrece por él una recompensa discrecional, es decir, ajustable según el valor de la información que conduzca a su captura.
Desde hace un par de años, el nombre de Gudiño Haro figura en el sitio de los más buscados junto a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, líder de Los Chapitos e hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, así como otros operadores como Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias el 27.
La ficha individual publicada por la agencia estadounidense lo identifica con los alias “La Gallina” y “El Plumas”, éste último un apodo que recién se habría puesto y que ha comenzado a resonar en diversas canciones.
El operador del Mencho desde Puerto Vallarta
La trayectoria criminal de Francisco Javier Gudiño Haro comenzó a ganar notoriedad en 2019, cuando el Ejército mexicano interceptó una comunicación que lo vinculaba con un intento de asesinato contra Felipe de Jesús Rubio Cárdenas, director de la Policía Investigadora de la Fiscalía de Jalisco.
Según reportes retomados por Milenio, la agresión habría sido en represalia por un enfrentamiento ocurrido en febrero de ese año en Tlajomulco de Zúñiga, donde cinco presuntos miembros del CJNG fueron abatidos.
En esa operación, también fue mencionado César Iván Briseño Aguirre, agente de la Fuerza Única de Reacción Inmediata Mixta y presunto vínculo del CJNG con autoridades de los tres niveles de gobierno. El contacto entre ellos habría sido Antonio Peña, líder regional del cártel en la zona metropolitana de Guadalajara.
Desde entonces, Gudiño Haro fue señalado como responsable directo de otras acciones de alto perfil: el asesinato del exgobernador de Jalisco Aristóteles Sandoval en diciembre de 2020 en Puerto Vallarta, y el atentado contra Omar García Harfuch, entonces secretario de Seguridad de la Ciudad de México, en junio del mismo año.
Además de figurar en la lista de los más buscados por la DEA, El Plumas fue designado oficialmente como cabecilla extranjero del narcotráfico por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), el 6 de abril de 2021, bajo la Ley Kingpin.
Según el comunicado oficial del gobierno estadounidense, Gudiño Haro lidera un grupo armado del CJNG junto a Carlos Andrés Rivera Varela, alias “La Firma”, con quien ha coordinado asesinatos de políticos y rivales utilizando armas de alto calibre. La OFAC señaló que ambos están vinculados también a Gonzalo Mendoza Gaytán, “El Sapo”, identificado como jefe de plaza del CJNG en Puerto Vallarta y también designado previamente por el Tesoro.
La designación de Gudiño Haro responde a su papel operativo en la orquestación de actos de violencia armada en nombre del cártel, así como por proveer apoyo financiero, tecnológico o logístico a la organización.
Salvador Llamas: un asesinato político atribuido a su célula
El 21 de octubre de 2022, el consejero político nacional de Morena, Salvador Llamas Urbina, fue asesinado a balazos en el restaurante Sonora Grill de la colonia Providencia, en Guadalajara. El crimen, que inicialmente se manejó como un ataque directo, fue atribuido días más tarde a una célula del CJNG supuestamente comandada por La Gallina.
De acuerdo con el fiscal estatal Luis Joaquín Méndez Ruiz, los responsables del asesinato fueron sicarios del crimen organizado, uno de los cuales murió durante el enfrentamiento con los escoltas de Llamas. Las investigaciones indicaron que el funcionario pudo haber estado sentado en la misma mesa que sus agresores, y que una sexoservidora habría sido utilizada como distracción para facilitar el ataque.
En su columna en El Universal, el periodista Héctor de Mauleón detalló que, según testimonios recabados por la fiscalía, los atacantes actuaron de forma coordinada y armada, y que el homicidio exhibía un modus operandi similar al de otros crímenes atribuidos a esta célula.
El entonces subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía Berdeja, reconoció públicamente las similitudes entre los asesinatos de Llamas y Sandoval.
De la clandestinidad al corrido
Durante años, Francisco Javier Gudiño Haro fue una figura reservada para los informes de inteligencia, operando desde las sombras como parte del aparato violento del CJNG.
Sin embargo, luego de que su alias de “La Gallina” se hizo famoso decidió cambiarlo por “El Plumas”, apodo que terminó emergiendo de nuevo en la música regional mexicana.
En una serie de corridos bélicos, su figura ha sido retratada como la de un operador de alto nivel, con mando, poder territorial, acceso a armamento pesado y fidelidad absoluta al liderazgo del cártel.
Bajo el alias de “El Plumas”, Gudiño Haro aparece mencionado en al menos cuatro canciones interpretadas por artistas reconocidos del género:
- Junior H (El Plumas)
- Neton Vega y Luis R. Conríquez (El Plumas)
- Gabito Ballesteros y Natanael Cano (Proyecto X)
- Remp y El Primo (El Plumas)
En ellas, se le describe como un hombre de confianza de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del CJNG, pero también como subordinado de Juan Carlos Valencia González, alias “El 03”, su hijastro y señalado por autoridades estadounidenses como su posible sucesor.
Los versos destacan su papel como jefe operativo en Puerto Vallarta y Guadalajara, dos de los bastiones estratégicos del cártel: “Puerto Vallarta y Guadalajara, yo cuido mis raíces”, cantan Junior H y Neton Vega. En otra canción se advierte: “En Guanatos y en Vallarta cargamos un putero de gente”, en alusión al número de hombres armados bajo su mando.
Lejos de ser un sicario común, los corridos construyen el perfil de un comandante con rango propio, identificado como pieza clave de Los Deltas y el Grupo Élite, los dos brazos armados del CJNG.
También se le atribuye una vida de excesos: vehículos blindados, fiestas privadas, armas largas y consumo de drogas de diseño. En el corrido Proyecto X, por ejemplo, se mezclan referencias a “molly”, armas M-40, y “yates en islas privadas”.
Uno de los elementos más constantes en las letras es la exaltación del bajo perfil como estrategia de supervivencia criminal: “Bajo perfil, por eso hemos durado”, dice un verso interpretado por Luis R. Conríquez. La línea sugiere que su poder no se construyó a través de la fama, sino de la eficiencia y la obediencia directa a los líderes del cártel.
La construcción narrativa lo presenta como leal, discreto, violento y eficaz. Con frases como “rifles de punta y quien se apunta” o “yo respondo por lo que mande el Tres”, los corridos refuerzan la idea de un operador que no solo ejecuta, sino que coordina y manda en nombre del cártel.