El Gobierno celebró su “reforma microeconómica”, pese a que crece el reclamo por bajar impuestos

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Reformas” y “reconversión”. Esas son las palabras más formales que se repitieron en el auditorio de economistas y empresarios que asistieron a ExpoEfi 2025. “A flotar, mi amor”, dijo Dante Sica, quien emuló la canción de rock para referirse a la nueva etapa del Gobierno y el dólar. Antes, el secretario de Coordinación de Producción, Pablo Lavigne, había explicado que el orden macroeconómico es el que dará lugar a una “especie de reforma microeconómica”.

Lavigne habló de tres puntos, sobre los cuales economistas y empresarios de distintos sectores luego comentaron. El primero de ellos fue la apertura comercial, el segundo, la desregulación y el tercero, los acuerdos con otros países.

Esta tríada, que compone a lo que el funcionario bautizó como “especie de reforma microeconómica”, tuvo en el posible entendimiento con Estados Unidos como el tema que de inmediato despertó ansiedad.

El auditorio de ExpoEfi 2025, que convocó a economistas y a empresarios.

Lavigne no brindó indicios sobre tiempos ni productos puntuales. Sin embargo, otros representantes del Gobierno adelantaron que habrá nuevas reuniones entre autoridades de ambos países en las próximas semanas. “Venimos muy bien”, describieron.

A su vez, el primer tema de la tríada reformista de Lavigne fue el que más debate generó en los posteriores expositores. Se trata de apertura comercial, algo que incluye importaciones, exportaciones e impuestos.

El punto de partida que planteó el secretario del Ministerio de Economía es su objetivo de que “la estabilidad macroeconómica sea el determinante del empuje sectorial particular”. Es decir, que los deberes de equilibrio fiscal y no emisión para financiar déficit tengan fruto en “la micro”.

El secretario de Coordinación de Producción, Pablo Lavigne, dijo que la apertura comercial, la desburocratización y los acuerdos con otros países conforman a la reforma de la microeconomía que impulsa.

Ahora, con solo estabilidad macro, lo único que hacemos es volver al crecimiento tendencial. Y el crecimiento tendencial fue estancamiento, fue depresión. ¿Qué modelo nos saca de la depresión?“, analizó Sica.

Según números de Lavigne, en el primer bimestre se registró un récord de importadores y de exportaciones medidas en cantidades. “Sin importar, no se puede exportar”, sostuvo.

Consciente de las bajas impositivas a la importación, el titular de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Fabián Castillo, afirmó que “en los últimos meses estamos experimentando esa presión”.

El presidente de IDEA, Santiago Mignone, habló de la necesidad de

En el panel donde pisó fuerte el sector privado también participó el presidente de IDEA, Santiago Mignone, quien introdujo la palabra “reconversión” a la hora de referirse al rol de las empresas. Y puertas hacia afuera de ellas, valoró el orden macro alcanzado por el Gobierno ya que ponderó que ahora las compañías podrán ver más efectos en caso de que aumenten su productividad, algo que parecía intrascendente con los números de inflación de finales de 2023.

La temática precios resultaba ineludible en la discusión microeconómica. Lavigne indicó que “Argentina tiene precios en algunas sectores extremadamente más altos que el resto del mundo” y esgrimió que, en casos, se debe a impuestos pero también ocurre “por márgenes más altos”.

En la misma línea se manifestó el presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, Mario Grinman. “También los empresarios tenemos que asumir que hay que empezar a manejar la empresa de otra manera, porque estamos acostumbrados a un país con una alta inflación estructural donde todas las deficiencias de una empresa o de desprolijidades se arreglan con un puntito, dos puntitos o 10 puntitos no pasa nada, con una inflación de tres dígitos, que vos le pongas 10% o 20% arriba de los productos, no te cambia nada al mercado, pero vos sí te favoreces”, concluyó.

El presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, Mario Grinman, criticó fuertemente al Congreso, a propósito de las dificultades para debatir reformas como la impositiva, laboral y jubilatoria.

Y a propósito del tema precios, la reforma impositiva entró en medio de la conversación. De hecho, el tributarista del Grupo GNP, Guillermo Pérez, expuso que “dos tercios de la rentabilidad de una empresa se lo lleva el pago de impuestos y cargas sociales”. Asimismo, estimó que los individuos “trabajan hasta el 15 de agosto para pagar impuestos”.

Entonces, el debate económico se vio atravesado por la factibilidad política. “La agenda de estabilización macro va más rápida que la agenda de la regulatoria porque el que pone la velocidad la agenda regulatoria es el Congreso”, dijo Sica. Los economistas y empresarios primero hablaron de reforma impositiva, pero también mencionaron la laboral y la jubilatoria. Todas ellas necesitan el aval del Poder Legislativo, donde el oficialismo no posee la fuerza parlamentaria necesaria para aprobarlas. Hecho este análisis, Grinman calificó como de “calidad muy baja” al cuerpo de legisladores nacionales.

Y el tercer punto de la tríada reformista de la micro planteada por Lavigne es la desburocratización. En este aspecto, el funcionario criticó los “papeles” que antes pedía la Aduana para habilitar ingreso de mercaderías. A su vez, lanzó críticas a las viejas SIRA y se refirió a un gráfico, que no presentó, pero que, según el funcionario, “mostraba el sobreprecio de la importación”.

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