En la voz de Joan Manuel Serrat y José Sacristán, Antonio Machado tuvo su ingreso simbólico a la RAE

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MADRID.— “Antonio Machado es el poeta más querido y más celebrado de los últimos 70 años”, dijo el director de la Real Academia Española (RAE) Santiago Muñoz Machado. Hoy se llevó a cabo un acto emotivo y simbólico donde se procedió a la lectura del discurso de ingreso a la prestigiosa institución que Antonio Machado (1875-1939) nunca llegó a leer. Fue José Sacristán el encargado de leerlo y, luego, Joan Manuel Serrat, el responsable de entonar algunos de los versos del poeta sevillano inmortalizados por su voz y partituras. También se celebró a Manuel Machado.

Serrat entonó algunos versos de Machado

“¿Qué es lo actual en poesía? Parece como si la lírica se hubiera emancipado del tiempo. Los poemas modernos están excesivamente lastrados de pensamiento conceptual, lo que quiere decir que las imágenes no navegan como antaño en el fluir de la conciencia psicológica”, planteaba Machado en la década del treinta. ¿Qué era lo actual por entonces? ¿Era Proust? ¿Era Joyce? En 1927 el escritor sevillano fue elegido académico de la RAE, pero en aquellos tiempos convulsos política y socialmente no fue posible que pronunciara su discurso ni que ocupara la silla que había dejado vacante Miguel Echegaray (1848-1927), hermano del Premio Nobel de Literatura José Echegaray. “Probablemente no era políticamente conveniente situarse al lado de la academia. Don Antonio Machado, en definitiva, no entró en la academia porque no quiso, pero tuvo algunas razones para la demora que fueron, con seguridad, todas o algunas de las que he indicado”, expresó Muñoz Machado.

En un acto emotivo, la Real Academia Española rindió homenaje a Antonio Machado

“La evocación, la nostalgia, la fugacidad del instante, la condición terminal e inexorable de la muerte”, son los temas principales de la poesía de Machado, adelantó Muñoz Machado. “Hemos aprovechado el poder creativo de la memoria, tan del gusto de Antonio Machado, para soñar esta tarde otra vez con su ingreso. Un escritor y académico dijo en este estado que su muerte en Colliure no puede ser modificada y su discurso de ingreso en esta Academia nunca se llegará a concluir. Es verdad. Pero nada nos impide soñar con lo que pudo ser ni hay obstáculo para la esperanza. Esperanza es otra palabra recurrente en su poesía”, continuó Muñoz Machado.

José Sacristán leyó el discurso de Machado de 1931

“No soy humanista, ni filólogo, ni erudito. Ando muy flojo de latín porque me lo hizo aborrecer un mal maestro. Estudié el griego con amor por ansia de leer a Platón pero tardíamente y tal vez por ello con escaso aprovechamiento. Pobres son mis letras, en suma, pues aunque he leído mucho, mi memoria es débil y he retenido muy poco. Si algo estudié con ahínco, fue más de filosofía que de amena literatura. Y confesaros que, con excepción de algunos poetas, las bellas letras nunca me apasionaron”, comenzaba su discurso a la RAE el autor de Soledades. Galerías. Otros poemas (1907) y Campos de Castilla (1912).

“Quiero deciros más. Soy poco sensible a los primores de la forma, a la pulcritud y pulidez del lenguaje y a todo cuanto en literatura no se recomienda por su contenido. Lo bien dicho me seduce solo cuando dice algo interesante y la palabra escrita me fatiga cuando no me recuerda la espontaneidad de la palabra hablada”, decía el discurso de Machado pronunciado por Sacristán. En 1949 Machado publicó en la Revista Hispánica Moderna que dirigía Federico de Onís el discurso donde exploraba su concepción sobre la poesía.

Pero Antonio Machado no fue el único homenajeado en la tarde de primavera en la RAE. Su hermano Manuel Machado también tuvo un espacio para su reconocimiento: “En el ambiente de la tarde flota ese aroma de ausencia que dice al alma luminosa nunca y al corazón espera. La historia de los ingresos en esta corporación de los hermanos Machado fue singular en ambos casos. Antonio fue elegido en 1927 y nunca llegó a leer su discurso de ingreso. Manuel en 1938, diez años después, en plena guerra civil, y se incorporó inmediatamente. Los dos fueron inequívocamente republicanos, pero la guerra los separó. Manuel estaba con su mujer en Burgos cuando se produjo el alzamiento de 1936 y no pudo regresar a Madrid. Aquellos días hizo unas declaraciones a un periódico francés que lo encarcelaran por sospechas de republicanismo. Fueron tres días de terror que condicionaron su existencia. Quedó a partir de entonces transformado en un franquista aparente y sin resquicios”, expresó Muñoz Machado.

“Benditos sean los que hacen de la poesía un arma cargada de futuro”, comenzó Joan Manuel Serrat su interpretación. El primer tema que interpretó fue “Retrato”, el poema que empieza con los siguientes versos: “Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,/y un huerto claro donde madura el limonero”. En un momento Serrat se olvidó la letra, pero tenía una copia en el bolsillo de su traje que lo salvó de aquel descuido. Luego fue el turno de “Llanto de las virtudes y coplas” y también de la famosa “La saeta”. El tema/la poesía final fue la célebre “Proverbios y cantares”, aquella composición que contienen los versos: “Caminante, no hay camino/se hace camino al andar”.

Tal como indica el protocolo del ingreso a la RAE, tras la pronunciación del discurso de un nuevo miembro, otro miembro responde con otro discurso aquel evento. En aquella ocasión Azorín debía responder a Antonio Machado. El dramaturgo y el académico Juan Mayorga fue el responsable de ponerle voz a Azorín, quien propuso en su momento en persona el ingreso a la RAE de Antonio Machado. “Bienvenido, Antonio, a la que siempre fue tu casa”, pronunció Mayorga emulando a Azorín.

España está sumergida en un único tema de conversación que atrapa a la opinión pública: el gran apagón que se vivió en todo el territorio el lunes 28 de abril. Pero esta noticia, el ingreso de Antonio Machado y de su hermano Manuel a la RAE, trae nuevos aires a la opinión pública, la idea de que se ha hecho justicia, de que ha demorado casi un siglo, pero que hay algo que el paso del tiempo ha logrado ubicar en su lugar. Desde el miércoles podrá verse en la elegante sede de la RAE, en la calle Felipe IV, la muestra Los Machado. Retrato de familia, comisionada por Alfonso Guerra, que cuenta con escritos, fotos, cartas, y diversos objetos de los dos célebres hermanos y de su universo cultural, tan sofisticado, tan emotivo. “Se pretende el rescate del ostracismo de Manuel y el rescate dramático de Antonio”, pronunció Guerra.

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